Mirar el futuro profesional con ilusión requiere de esfuerzo en algunas ocasiones. Este es el único esfuerzo que defiendo. Un esfuerzo que supone dar un paso previo para vivir la vida que realmente deseas vivir.
La ilusión es el paso previo a todo lo que está por venir, mirar el futuro con ilusión implica dejar de ser una pieza del puzle profesional convencional y trabajar siendo la persona que realmente eres. Es sentir que estás conectado a otras personas, es sentirte libre sin que te importe “el qué dirán”. Mirar al futuro con ilusión empieza por compartir momentos con las personas que te hacen sentir libre, capaz, suficiente, alegre y valioso.
Tú no eres tu trabajo, ni tu trabajo eres tú. Entiendo un trabajo como una oportunidad para caminar, para descubrir y crecer. Una relación profesional puede ser la oportunidad de creer qué juntos podéis construir una realidad compartida que ilusiona. Una relación profesional se convierte en un baile, cuando no es necesario decir nada y decirlo todo con sólo una mirada, es un baño de sinceridad. Es estar junto al otro y sentir que todo fluye. Romper con el estereotipo de trabajo tradicional requiere de mucha más maña que de fuerza. Es un trabajo artesanal.
Hemos aprendido que para alcanzar el éxito profesional debemos sacrificarnos ¿Crees realmente que este es el camino? Por comodidad puede que digas que sí, pero nada más incómodo que pensar en que llegue el sábado y el domingo, (en demasiadas ocasiones, ni eso) para hacer lo que no has podido entre semana. Muchas son las personas a las que he acompañado, derrotadas por el agotamiento, la frustración y la ansiedad de no encontrar un trabajo tras de años de carrera, master, idiomas y años de experiencia. Me gustaría caer en la fácil tentación de pensar, que la culpa de todo lo tiene el sistema, como se dice por ahí. Puede que su parte de responsabilidad tenga, pero no creo que sea inteligentemente adaptativo dejar todo el peso de la responsabilidad en terceros. Me suena a algo parecido a esperar a que me toque la lotería en el próximo sorteo de Navidad.
¿Entonces si el sistema no es el culpable? ¿Quién lo es?
Sería infravalorar el tremendo potencial del ser humano, no responsabilizarle de la búsqueda de sus talentos y cómo ponerlos en juego en su carrera profesional. Así lo entiendo yo, inspirado por mi amigo y compañero Antonio Ángel Pérez Ballester en su libro “Encender las Estrellas” bajo la metodología “La aventura de redescubrir tus talentos”.
Conocer las reglas del juego y usar la cantidad de recursos de los que disponemos para transitar la vida brillando como estrellas. Este es para mí el camino.
¿Para qué tantos años de esfuerzo? ¿No sería más adaptativo elegir realmente un camino, transitarlo acompañado de la ilusión y de otras personas que compartan también esa ilusión? Ah claro, se me olvidaba. Nadie nos ha enseñado como hacerlo y a quien se atreve a recorrer este camino se le adorna con la coletilla de tener suerte.
Son muchas las recomendaciones que se nos hacen para superar una entrevista de trabajo, sin embargo desde mi experiencia, no es tan importante el propio proceso de selección sino los pasos que has dado para llegar ahí.
Te invito a que seas tú el que elijas aunque no sea tan cómodo, a que tengas el suficiente valor como para decidir por ti, a que tu entrevista no sea una entrevista; sino una conversación. Te invito a que seas adaptativo, a que aprendas a interpretar la comunicación verbal y no verbal de tu interlocutor, a que le ayudes a que se decante por ti y que no conviertas un proceso de selección en una competición sino en una vía de cooperación para que podáis caminar juntos. Si sabes inglés o tienes un Máster y crees que eres mejor que nadie por ello, caerás nuevamente en la trampa y entonces sí, memoriza tu entrevista, intenta ser mejor que nadie, sacrifícate y compite.
Mucho Más Que Personal 